Desde la fundación de la República Checoslovaca en 1918 como estado independiente, el Castillo de Praga se convirtió nuevamente en la sede del jefe de estado hasta la actualidad. Además, es un importante monumento cultural e histórico. Las Joyas de la Corona, al igual que las reliquias de los reyes de Bohemia, tesoros artísticos y documentos históricos permanecen en su interior. Dentro de sus murallas todavía se desarrollan acontecimientos importantes para todo el país.
Es la encarnación de la tradición histórica del estado checo, que une el presente con el pasado.
En esta nota te invitamos a recorrer los lugares más distintivos de este enorme complejo, te contamos un poco su historia, y al final, te proponemos una vista virtual.